La primera visita es muy importante.
Se debe conocer el motivo de consulta del cliente y procurar predecir si se puede mejorar su condición. Si su condición no puede tratarse con la quiropráctica, el cliente debe acudir a otro especialista.
No creo que sea conveniente apresurarse a aplicar un tratamiento durante la primera visita sin conocer previamente y en detalle qué es lo que debe hacerse, el número de visitas necesarias, los precios del tratamiento, etc.
Normalmente los clientes me visitan porque padecen problemas serios desde hace muchos años y quieren encontrarse bien rápidamente, pero muchas veces no es algo que pueda conseguirse de inmediato. Deben tenerse en cuenta diversos factores:
a) El tipo de problema que presenta el paciente, su intensidad y el tiempo que lleva afectando su salud.
b) El estado de su columna vertebral y qué tipo de subluxación presenta.
c) Su edad y estado de salud actual.
d) Cómo va a seguir el programa de visitas recomendado para su caso y su cuidado con las “actividades no recomendadas” o “malas posturas” que hay que evitar.
e) Otras enfermedades o desórdenes (ya sean físicos o emocionales) que pueda estar sufriendo actualmente o desde hace tiempo.
Conclusiones: En muchas ocasiones, la salud no se valora hasta que se ha perdido. Entonces hay que darse cuenta que se requiere un proceso para volver a recuperarse y que hay que tomarse el problema como algo prioritario en su vida para mejorar.